Nº Inventario: 1 E 09
Autor: Pere Serra (documentado 1357-1406).
Tema: Quo Vadis Domine.
Datación: Cubells (Lleida), circa 1390.
Técnica y soporte: Temple sobre Tabla.
Medidas: 136 x 117,5 cm.
Descripción y Comentario: Tabla que representa la escena de Quo vadis. Quo vadis es una frase latina que significa «¿A dónde vas?».
La frase está vinculada a una tradición cristiana que gira en torno a San Pedro. De acuerdo con los Hechos de Pedro, el Emperador Nerón en el año 64 comenzó una persecución contra los cristianos. Temeroso de que algo malo le pudiera suceder, Pedro escapa de Roma por la Vía Apia, pero en el camino se encuentra con Jesucristo que iba cargando una cruz. Pedro, al verlo, le pregunta: «Quo vadis Domine» (¿A dónde vas, Señor?) a lo que Cristo contesta: «Romam vado iterum crucifigi» («Voy hacia Roma para ser crucificado de nuevo»). Pedro, avergonzado de su actitud, vuelve a Roma a continuar su ministerio, siendo posteriormente martirizado y crucificado cabeza abajo. En el lugar de su martirio se levanta hoy día, según la tradición, la Basílica de San Pedro de la Ciudad del Vaticano y en la cripta de la Basílica reposan sus restos.
Su autor, Pere Serra o Pedro Serra fue un pintor de la Corona de Aragón de estilo italo-gótico, que estuvo activo en Cataluña entre 1357 y 1406. Provenía de una familia de pintores activos en Cataluña en el siglo XIV. También lo fueron sus hermanos Jaume, Francesc y Joan. Cultivaron los hermanos Serra el estilo italo-gótico, de influencia en especial sienesa, como era por otro lado típico del siglo XIV catalán. Realizan figuras menudas, estilizadas, de ojos rasgados y boca pequeña.
De los cuatro hermanos, Pere Serra es el más dotado y quien tuvo una más larga carrera. Ingresó en el taller de Ramón Destorrents en 1357. Se interesó más por el colorido que por los conceptos espaciales. Desarrolló trabajo de taller, según se evidencia en la reiteración de los mismos modelos pictóricos.
Esta tabla procede del retablo mayor de la iglesia parroquial de Sant Pere de Cubells (La Noguera, Lérida). Dicho retablo gótico del altar mayor, era un conjunto de técnica mixta y grandes dimensiones. Aparte de la talla principal de San Pedro, actualmente en el Museo Marés de Barcelona, se conservan nueve compartimentos del cuerpo principal y otros seis de la predela. Con ello basta para suponer que el retablo debía estar presidido por la talla del santo titular, entorno a la cual se desplegaba un ciclo pictórico dedicado a su hagiografía. Tratándose del retablo mayor, la predela, consagrada a los Gozos de la Virgen, debía de estar centrada por un sagrario, el cual serviría al mismo tiempo de peana para la imagen central. A partir de las dimensiones de los seis compartimentos conocidos de la predela se puede aventurar que ésta, en su origen estaba formada por ocho escenas. Es probable que una de las que se han perdido representase la Anunciación, tema habitual en estos ciclos marianos, que no debía diferenciarse mucho de la Anunciación de la Pinacoteca di Brera de Milán atribuida a Pere Serra (Foto 1).
En 1930, Post registro la existencia de cuatro tablas muy dañadas de este retablo, con un total de seis escenas, en la colección barcelonesa de Ròmul Bosch i Catarineu. Por su iconografía y dimensiones, los compartimentos de la Vocación de San Pedro, San Pedro in Cátedra y la Liberación de San Pedro de la Cárcel debían de integrarse originalmente en el cuerpo principal; no así la tabla con la Ascensión, el Pentecostés y la Coronación de la Virgen, que formarían parte de la sección lateral derecha de la predela. Las cuatro tablas participaron en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, y poco después, en 1934, fueron depositadas en el Museu d’Art de Catalunya, junto con dos fragmentos de la Traditio Clavis del mismo retablo, que, a pesar de que Post no los comente, también fueron propiedad de Ròmul Bosch. Todas estas pinturas permanecieron el Museo hasta 1950, cuando fueron devueltas a su propietario de entonces, Julio Muñoz Ramonet, que había adquirido la colección Bosch. A Excepción de la tabla de la Ascensión, el Pentecostés, y la Dormición de la Virgen, donada el mismo año por Muñoz al Museu Nacional d`Art de Catalunya.
Algo más tarde, Post se hizo eco del descubrimiento de otras siete tablas procedentes del mismo retablo en la iglesia de Cubells. Son la Predicación de San Pedro (Foto 3), la Caida de Simón el Mago, el Quo Vadis y la Crucifixión de San Pedro (Foto 4), así como tres tablas del bancal: la Natividad, la Epifanía y la Resurrección de Cristo (Foto 5). El anticuario Bardolet las adquirió a finales de los años veinte del siglo pasado y las vendió al anticuario Costa. Sabemos que este anticuario en 1935 expuso cuatro tablas del retablo en su galería, entre ellas el Quo Vadis que ahora nos ocupa, ya debidamente restaurado.
Exceptuando la talla de San Pedro y las tablas de la Natividad y la Resurrección (Museu Maricel, Sitges), así como la Predicación y la Caída de Simón el Mago (Museo de Bellas Artes de Bilbao), el resto de las piezas siguen en colecciones particulares. Con anterioridad a su actual emplazamiento, la tabla del Quo Vadis perteneció a la colección de Antoni Batlló, al igual que la Crucifixión de San Pedro.
Siguiendo argumentos estilísticos, la crítica se ha mostrado unánime en considerar el retablo de Cubells como una de las producciones salidas del taller de Pere Serra en torno a 1400. Post defendió que el conjunto era fruto de la colaboración entre Pere Serra y un ayudante anónimo. Rosa Alcoy perfiló la participación de los pintores Pere Vall y Joan Mates en algunas de sus tablas. Intuyendo la presencia de Mates en escenas como el Quo Vadis, la Predicación de San Pedro, la Epifanía o los episodios de la predela del MNAC. Resulta complicado aislar la participación de algún pintor en concreto, teniendo en cuenta el peso de Pere Serra como jefe de taller en los resultados finales.
El retablo de Cubells denota la presencia de ciertos elementos propios del nuevo paradigma artístico del gótico internacional que, procedentes del norte, sobre todo del área franco-flamenca, modulan el potente sustrato italianista de la pintura de Pere Serra. La racionalidad y la amabilidad con que se resuelven las composiciones, la paleta suave y sin estridencias o la plasticidad y solidez de la figura humana conviven sin fisuras con ciertos indicios tímidos de la sofisticación, la evanescencia o la afectación propias de las nuevas corrientes, perceptibles, por poner un caso, en los pliegues más libres y caprichosos de una indumentaria que, por otro lado, incorpora las modas de ascendencia borgoñona.
Estado de Conservación: Restaurada en el 2004, con perdida total de la tracería gótica.
Procedencia:
– Retablo mayor de la iglesia parroquial de Sant Pere de Cubells
(La Noguera, Lérida).
– Galería del Anticuario Bardolet ( Barcelona, finales de los años veinte)
– Galería del Anticuario Costa (Barcelona, 1935)
– Colección Joseph Valenciano (Barcelona, 1936)
– Colección de Antoni Batlló i Batlló (Barcelona)
– Colección de Carmen Batlló Umbert (hasta 2004)
Bibliografía de Referencia:
– Saralegui, L. de: “En torno a los Serra” Museum, Barcelona 1926.
– Post, Chandler. A History of Spanish Painting.Vol. II. Harvard, 1930.
– Gudiol, J. Pintura Gótica, Ars Hipaniae, Vo. IX. 1955.
– Dalmases, N. y Pitarch, A. Historia del’Art Catalá.
– Alcoy, R. y Miret, M. Joan Mates. Pintor del Gòtic Internacional.
Ed. Ausa.
– Art de Catalunya. Pintura antigua i medieval. Ed. L’isard.
– Gudiol, J. y Alcolea i Blanch, S. Pintura Gótica Catalana. Ed. Polígrafa.
Exposiciones:
– La Pintura Gòtica a Catalunya. Sala Parés, Barcelona del 9 al 31 de Mayo de 1936.
– Cataluña 1400. El Gótico Internacional. Museu Nacional d’Art de Catalunya, 29 marzo a 15 julio 2012.
Agradecimientos: A Xavier Vilá, y a Cèsar Favà por la realización de este estudio histórico y artístico.