Nº Inventario: 3 E 02
Autor: Domingo Ram (documentado 1464-1507).
Tema: Calvario.
Datación: Aragón (Calatayud, Maluenda, Alcañiz), 2ª ½ siglo XV.
Técnica y soporte: Temple sobre Tabla.
Medidas: 106,5 x 74 cm.
Descripción y Comentario: Calvario que solía colocarse coronando el retablo, el ático. Esta punta o remate del retablo está formada por una tabla rectangular decorada en su parte superior por un arco gótico dorado sobre simulación del cielo azul con estrellas.
Aparece representado el tema del calvario con solo tres únicos personajes; Cristo crucificado, la Virgen y San Juan, trazados con rigor expresivo y destacándose sobre un fondo de paisajes. Se relaciona en estilo y composición al Calvario que corona el retablo de la Epifanía de la sala capitular de la colegiata de Santa María la Mayor de Calatayud, hoy en el Museo de Arte Sacro de dicha ciudad, el cual fue ejecutado hacia 1460-70.
El estilo de esta tabla presenta una inefable elegancia, así como un refinamiento de los personajes y elementos del paisaje. Proporcionando una indiscutible solemnidad al resultado final del cuadro.
Destaca en el centro la Cruz adelantada, buscando dar profundidad o espacio. Presenta a Jesucristo, ya fallecido, con expresión tan dulce que parece más bien dormido. Su rostro lo tiene inclinado hacia el lado derecho. Lleva atado a la cadera un lienzo blanco que le cae en pliegues. La sangre fluye desde manos, pies y costado formando un pequeño reguero que baja por el madero derramándose en el montículo sobre el que se erige.
La Virgen y San Juan se encuentran simétricamente colocados a cada lado de la Cruz. La Virgen sentada a la derecha de Cristo, con los ojos semicerrados, en actitud de recogimiento, viste túnica de color rojo y se cubre hasta la cabeza con un manto azul oscuro, como era costumbre representarla. San Juan, al otro lado de la Cruz, aparece igualmente sentado, con la mano derecha levantada. Lleva una túnica de color verde y sobre los hombros el manto en tono encarnado. Tiene un rostro más vivo, con ojos más abiertos y el cabello formando melena en rizos hasta los hombros. Las tres figuras rezuman refinamiento y solemnidad, observándose una amanerada afectación de las actitudes, con unas expresiones de beata placidez. Las figuras se representan con cierta frontalidad y con recamados de oro en sus vestiduras que caen rectas, con pliegues en ángulos de influencia nórdica.
Los nimbos de los tres personajes, así como los clavos de Cristo y los bordes de los mantos se resaltan en altura y en dorado, característica típica de la pintura gótica aragonesa que suele realzar con oro las aureolas y los símbolos de jerarquía y martirio.
El paisaje, es ameno y atractivo, con arquitecturas que recuerdan la Europa central. La sinuosidad del río, así como la variedad de árboles y plantas, contribuye a su belleza y encanto.
Se trata de una obra que sigue los moldes tradicionales, fiel a un estilo de prioridad expresiva y sencillez compositiva. Hay cierto amaneramiento de las figuras, con un plegado de los paños que recuerda el estilo flamenco. Mientras que la composición totalmente simétrica sigue los cánones del contemporáneo renacimiento italiano.
Domingo Ram es el más importante de los miembros de esta familia de pintores activos durante la segunda mitad del siglo XV, en las localidades de Alcañiz, Calatayud y Maluenda, de la que también formaron parte sus hermanos, Tomás y Juan, y su hijo, también llamado Juan.
Documentado entre 1464 y 1507, es el pintor más representativo de la escuela de Calatayud en aquella época. Jefe de un importante taller en el que trabajaron, además de sus hermanos e hijos, los pintores Juan Rius y Bartolomé de Verdeseca. Se desconoce su lugar de origen, que bien pudiera ser Alcañiz, ciudad en la que trabaja una larga temporada; sin embargo está más afincado en la comarca de Calatayud; habitualmente aparece documentado como vecino de Maluenda. Los documentos sobre este pintor son abundantes y se hallan en el Archivo de Protocolos Notariales de Calatayud. Según los mismos, en su actividad se distinguen tres etapas; la primera, de 1464 a 1480, se desarrolla en Calatayud y Maluenda; la segunda desde 1480 hasta cerca de 1500, coincide con su estancia en Alcañiz; y desde 1500 a 1507, corresponde con sus últimos trabajos en Calatayud.
Obras de su primera etapa parecen ser una tabla de la Virgen con el Niño, de la colección Corominas de Barcelona; el retablo de San Isidoro, del Museo de Arte Sacro de Calatayud; y un retablo de San Juan Bautista, en el Metropolitan Museum de New York (Fotos 1-2). Estas obras serían anteriores al retablo de las santas Justa y Rufina (Fotos 3-4), obra documentada de Juan Rius y Domingo Ram, que se conserva en el lugar para el que fue pintado: la iglesia de Santa Justa de Maluenda. Pintado entre 1475 y 1477, es un retablo grandioso (8 x 6 metros) de buen colorido y abundante oro. En el banco pueden verse seis escenas de la Pasión; en el sotabanco, doce cabezas de los apóstoles; en el cuerpo, cinco calles: en la central hay una tabla con las figuras de las santas, la Resurrección y el Calvario; en los laterales, doce escenas con el martirio de las santas.
En 1477, Domingo Ram pinta otro retablo para la iglesia de Santa María de Maluenda (de 7,50 x 5,50 metros), dedicado a la Virgen. La tabla central del mismo se conserva en la colección Torelló de Barcelona; la tabla del Calvario, en la colección Riviere, también de Barcelona; el banco, con seis escenas de la Pasión, en el Metropolitan Museum de New York, y en el comercio, algunos ángeles del guardapolvos.
De esta época pueden ser también los restos de un retablo de las Santas Justa y Rufina que se conserva en la iglesia de Villarroya del Campo, y el banco de otro retablo, de la iglesia de Torralba de Ribota. A la segunda etapa corresponden una tabla de la Magdalena y un banco con cinco casas de la parroquia de Alcañiz. De la tercera podrían ser, un retablo de San Martín, San Nicolás y San Bartolomé, en una colección particular de Madrid, un banco de la colección Parmeggiani de Reggio Emilia, y las tablas de María Magdalena y San Juan Bautista, contratadas por Domingo Ram y Bartolomé de Verdeseca en 1507.
Domingo Ram es uno de los principales pintores de retablos del siglo XV. Tiene cierta relación con los Huguet y algunos detalles del estilo de Bermejo, pero se mantiene fiel a su concepto de la pintura: figuras de gran volumen y ricos mantos con fondos de oro, cabezas enérgicas de áspero modelado y acentuada expresión, y perfecto paisaje urbano. Su mejor estilo se advierte en los bancos, y especialmente en el de Santa María de Maluenda. Dejó su huella en varias obras de sus colaboradores (ej.: Fabián Mañas Ballestín).
Estado de Conservación: Bueno, con perdida total de la tracería gótica.
Procedencia:
– Colección Privada, Barcelona.
– Galería Xavier Vilá, Barcelona.
Bibliografía de Referencia:
– Ch. R. Post, A history of Spanish painting,. vol. VII, Cambridge-Massachussets, Universidad de Harvard, 1934, pág. 360.
– Mañas Ballestín, Fabián. El retablo de Santas Justa y Rufina, de Malvenda. Los pintores Juan Rius y Domingo Ram. Archivo Español de Arte, tomo XLI, núms. 161-4. Instituto Diego Velásquez. C.S.I.C. Madrid, 1968. Págs. 226-35.
– Gudiol i Ricart, Joseph. Pintura Medieval en Aragón. Institución Fernando el Católico, Zaragoza, 1971. Pág. 65-6, cat. 380.
– Mañas Ballestín, Fabián. Pintura Gótica Aragonesa. Colección Básica Aragonesa. Guara editorial. Zaragoza, 1979. Págs. 183-95.
– J. M. de Azcárate, Arte Gótico en España, Madrid, Cátedra, 1990, pág. 380.
– M. C. Lacarra Ducay, Pintura gótica aragonesa en la Fundación Lázaro Galdiano, Madrid, Fundación Lázaro Galdiano, 2004, págs. 41-46.
Agradecimientos: a Xavier Vilá.